"El órgano llegó muy tarde", dijo su madre. "Por favor donen: hay chicos que están esperando un corazón", agregó.
Lautaro Sabio, el adolescente de 15 años que estaba primero en la lista del Incucai y recibió un trasplante de corazón el fin de semana, murió hoy en el Hospital Italiano, informó su familia, que expresó que “el órgano llegó muy tarde y no pudo soportarlo”.
“Gracias hijo por haberme enseñado tanto. Me hubiera gustado tenerte más tiempo para disfrutarte un poco más. Te amo campeón. Sos un luchador de la vida”, escribió Jimena Caggiano, madre de Lautaro, en las redes sociales.
Más tarde contó que Lautaro murió esta mañana porque “su corazón llegó demasiado tarde”, por lo que sostuvo que “el mensaje” que deja el fallecimiento del adolescente “es que por favor donen: hay chicos que están esperando un corazón”.
El adolescente había sido operado el fin de semana, al día siguiente de su cumpleaños, mientras estaba primero en la lista de espera del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), en una pelea por su vida que la familia había definido “minuto a minuto”.
El mismo domingo, luego que apareció el corazón y Lautaro pudo ser trasplantado, la madre expresó: “Salió bien, pero tenemos que esperar, como todo postoperatorio, que esté todo bien y que no haya sangrado”.
Tras dar a conocer la noticia, su familia, oriunda de la ciudad bonaerense de Ituzaingó, agradeció a través de las redes sociales “a todos por el amor inmenso e incondicional que recibimos durante estos días” y valoraron que “esta es una batalla que no sólo ganó Lauti sino todos nosotros”.
Esta mañana también fue su madre la que comunicó la noticia de la muerte del adolescente, la que adjudicó a que “el órgano llegó muy tarde y no pudo soportarlo”.
“Quiero que por favor tomen conciencia de la donación porque Lautaro podría estar vivo hoy”, manifestó Caggiano, entre lágrimas, en declaraciones al canal de noticias C5N.
La salud de Lautaro se complicó el 12 de enero, cuando fue operado de urgencia en el Italiano porque padecía un coágulo grande de sangre en la válvula mitral y eso lo llevó a una insuficiencia respiratoria.
Según informaron sus padres, el adolescente nació con una cardiopatía, por lo que a los cuatro meses tuvieron que colocarle un marcapasos, que tuvieron que cambiarle cuando tenía tres años.
La salud de Lautaro concitó una gran solidaridad, a partir de la campaña que iniciaron sus padres para conseguir el corazón, la que incluyó una concentración en la Catedral de Buenos Aires, cadenas de oración y una publicación en la página Change.org que consiguió más de 2 mil firmas.